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Filosofía y niños

Valya Bautista Mixcoatl
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Andrea Madero

Si bien existen antecedentes en la historia, que van desde Epicuro pasando hasta  Montaigne pasando por Rousseau y Jaspers,  que mencionan la importancia de acercar a los niños a la filosofía.  La Filosofía para Niños, que se trabaja actualmente,  es una propuesta educativa  de Mathew Lipman  que inicia en 1964 en los Estados Unidos.

Una de las ideas sobre la que gira su  trabajo es: a través del análisis y reflexión por parte de los niños, brindándoles  a los niños y jóvenes las herramientas para poder nombrar los problemas cotidianos con los que se enfrentan, así como formar juicios acerca de estos a partir de las interrogantes que se formulan en grupo sobre problemas cotidianos, estos desarrollaran su propio pensamiento. Afirmando que “si queremos adultos críticos debemos hacer niños pensantes” (Lipman).

 Otro punto fundamental en sus trabajos es encaminar a los niños hacia la democracia, fomentando el respeto hacia los demás y sus ideas. Al dar y pedir razones a los participantes de las sesiones.  Asimismo pretende  formar niños y jóvenes que sepan comunicar correctamente [1] sus ideas y que sepan respetar las del otro, reconociendo y celebrando la diferencia como un elemento potencialmente enriquecedor tanto de las sesiones, como de su propio ser. Busca asimismo promover que cada participante vaya auto-determinándose, que construya sus juicios a partir de sus ideas para que pueda comunicarlos con seguridad en un ambiente de respeto mutuo [2].

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A pesar de que esta área es poco cencida, dentro y fuera del ámbito filosófico, eso no significará que no se trabaje en ella. En la actualidad existen cientos de centros e institutos alrededor del mundo que se dedican a la formación de profesores, experimentación y divulgación de  la FpN, así como, a la creación de material didáctico propio, tal es el caso de cursos y talleres con niños y adolescentes. Si bien toda la investigación en torno a la FpN parte de Lipman, los promotores de esta no se han quedado de brazos cruzados. Creando sus propias metodologías y libros, algunos haciendo uso de la mayéutica, otros de literatura infantil y juvenil y otros  por medio de  elementos de su propia cultura. Ya que sí bien lo que se busca es que los niños desarrollen un pensamiento propio, en primera instancia,  o que sean reflexivos y críticos; estamos consientes que debido a las diversas realidades, a las cuales  a las nos enfrentamos, no podemos instaurar un único método.

Sobre la institucionalización de esta podemos decir que existe en algunos países, aunque son contados, aunque quienes trabajan la FpN no buscan realmente que se forme parte del sistema educativo pues de estaría “desvalorizando” la filosofía viéndola como un instrumento y no como un fin en sí misma.

En un mundo donde la indiferencia abunda, la Filosofía para Niños resulta pertinente. Al contribuir a la formación de personas con criterio propio, capaces de comunicar sus ideas y sus dudas quizá podrían también contribuir en la formulación de soluciones a las problemáticas actuales.

 

 

 

 

[1] Sin contradicciones, con coherencia y con consecuencia lógica.

[2] Cápsula en radio, Serie El ser y el pronóstico del tiempo. Filosofía sin piloto automático. Filosofía para niños. José Ezcurdia. Proyecto académico Leticia Flores Farfán. Serie producida por Radio UNAM, Colegio de Filosofía, Facultad de Filosofía y Letras. Universidad Nacional Autónoma de México 2012

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