FILOSOFÍA EN LA CIUDAD 

La filosofía académica -especialmente los filósofos- tienen una deuda histórica con la sociedad al haber encerrado en las aulas una actividad que nació en la calle. Con ello, la restringieron al público cautivo de las escuelas que la estudia por obligación. Siguiendo a los autores que han insistido en la necesidad de sacar la filosofía de las escuelas y las facultades para llevarla al espacio público, creamos el Seminario de Investigación y Formación “Filosofía en la ciudad”.

 

Partimos de la idea gramsciana de que filosofar no es adquirir una ciencia, sino volver crítica una forma de pensamiento cuyas raíces se encuentran en el sentido común. Al sacar la filosofía de las aulas queremos ampliar el acceso a la reflexión sobre problemas que la filosofía ha hecho suyos pero que también interesan a los hombres y mujeres actuales.

 

Se trata, pues, de sacar la filosofía a la calle de la mano de animadores que no son exclusivamente filósofos, sino personas de diversas disciplinas con habilidades para promover el cuestionamiento y el pensamiento filosófico.

 

A partir de los 80s se han creado distintas prácticas filosóficas en las ciudades, tales como los cafés filosóficos, los talleres filosóficos, la consultoría filosófica y la filosofía para niños. Dado que la filosofía en la ciudad tiene como propósito ocupar el espacio público para generar experiencias filosóficas basadas en el debate y el cuestionamiento, este seminario busca formar animadores que, utilizando sus propias fortalezas y recursos, construyan estos espacios.

 

Hablamos de bibliotecas, librerías y foros culturales, pero también de cárceles, parques y otros espacios en los que se pueda convocar a personas en situación precaria.